RELATORIA SOBRE EL DESAFIO DE LA LITERATURA
Por Magda Esperanza Rojas Ruiz
e-mail. magda.rojas@javeriana.edu.co
Hace unos días me encontré con una amiga maestra de educación media, muy dedicada a su labor y un poco frustrada, que se preguntaba: ¿qué debo hacer para que mis estudiantes lean y sobre todo, para qué se interesen por la literatura?
El autor plantea que los profesores de literatura, de manera empobrecida, han sentido que su tarea se limita a sensibilizar a sus alumnos respecto al arte de las palabras, introducirlos en nuestra herencia literaria; cuando la experiencia de la literatura trata inevitablemente con las prácticas de los seres humanos en sus diversas relaciones personales y sociales.
La experiencia de la literatura concebida como un mundo habitable, indaga al espíritu humano, puede ayudarle a dar sentido a la vida, a poderse reconocer. Es por esto que la enseñanza de la literatura transmite, no sólo diversos supuestos acerca de la influencia de las circunstancias sociales o políticas sobre las vidas de las personas, sobre la historia de la humanidad; sino también implica la responsabilidad que radica en los temas de juicio ético y moral, y las cargas sicológicas y sociológicas que vienen con su estudio.
La experiencia en el aula debe estimular a los alumnos a desarrollar por sí mismos un enfoque reflexivo sobre el comportamiento humano. Y esto nos pone en contexto con el hecho que la palabra es creadora y que la educación debe propender a transformar al mundo en crisis. ¿Qué visiones estamos dejando en nuestros niños para que deseen un mejor porvenir?
Es nuestra invitación como maestros, ofrecerles la oportunidad de mejorar sus vidas. ¿Pero que debe hacer el docente? Ser el mediador en las experiencias literarias de sus estudiantes, o en palabras de la profesora Beatriz Helena Robledo, en la conferencia dictada en la Asamblea Pedagógica Nacional, Bogotá: 2005 y publicada en la revista Aleph no. 141. abril-junio 2007, Manizales:
“… Lo que ya muchos por fortuna están haciendo: leyendo, leyendo ellos, leyendo con los niños y desde los niños, formándose como lectores de literatura, despojándose como la señora(literatura) de todos sus atributos externos, de todos sus métodos, ejercicios y aplicaciones, para hacer a la par, junto con los niños, el camino del lector.”
TEXTOS PUBLICADOS
¿SON NUESTROS CUERPOS REPRIMIDOS DE UNA EPOCA?
FORMA DESEADA, DESEAMOS Y SOMOS CUERPOS DESEANTES?
viernes, 29 de agosto de 2008
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