ESTÉTICA Y ARTE
CARLOTA MARÍA EALO MADRID
EN EL TÚNEL
El payaso con su blanca cara enharinada, siempre tiene la capacidad de sorprendernos. Esta vez, en la pintura, nuestro payaso no es el que vemos generalmente, no ríe, simplemente llora, camina internándose solo por un oscuro y frío túnel. A pesar de su disimulada sonrisa su interior se desagarra por un insoportable dolor. Por eso huye de la realidad y se sumerge en ese lugar donde puede descargar su insoportable dolor, donde puede desprenderse de lo que tal vez ha callado por mucho tiempo.
Todo su exterior es apariencia y falsedad, sus rizos dorados no son el brillo de su alma, ni el rojo encarnecido de sus labios, la fuerza de sus palabras, la energía con la que brotan sus carcajadas. La soledad lo embarga y lo abruma.
Lo anterior es en pocas palabras lo que despierta en mí, el dibujo. A continuación presentaré la apreciación de tres estudiantes de diferentes edades.
Al presentar este dibujo a una niña de 6 años me dijo:
-¿Qué le pasó al payaso? ¿Lo regañó su mamá?
-¿Tú que crees?, le pregunté.
- Yo creo que sí porque cuando mi mamá me regaña, yo también me encierro en el baño. A ella le da rabia, pero no me gusta que me vean llorar… mi hermano se burla de mí.
Una niña de 12 años, quien perdió a su madre cuando tenía 8, me dijo:
- Me produce miedo esta pintura. No sé, el color negro me…le tengo odio. Odio la oscuridad y el color negro. Y esa luz al fondo es… como si lo mejor de uno, las mejores cosas que a uno le han pasado, han quedado atrás. Y a medida que uno va creciendo…que el tiempo pasa el mundo se va volviendo peor. Todo es problema, uno no debería crecer, para no tener problemas.
Un joven de 17 años luego de observar el dibujo me dijo:
- En la vida hay que enfrentar los temores, tarde o temprano hay que hacerlo, pero… entre más pronto mejor. No podemos quedarnos toda la vida en medio de la inseguridad, porque ahí nos quedamos. Si tenemos que sufrir, se sufre, pero se sigue adelante. Para mi este personaje (payaso) no llora por dolor, llora por miedo, pero lo enfrenta y se mete al túnel para descubrir o mejor, para deshacerse de los miedos que tiene. Eso es propio de la gente con empuje, con ganas de triunfar y de ser alguien importante en la sociedad y ante el mundo.
Me gustaría continuar haciendo las anotaciones de las experiencias que tuve con este dibujo, mas el tiempo y el espacio no me lo permiten, pero sin duda alguna puedo asegurar que mediante esta actividad pude comprobar como a partir del arte, de la pintura, en este caso, se puede crear espacios potenciales, que le permiten al niño, joven o adulto expresar libremente sus ideas, sentimientos, deseos o en palabras de Deleuze, crear un lugar que está dado, pero crear allí un lugar propio.
CARLOTA MARÍA EALO MADRID
EN EL TÚNEL
El payaso con su blanca cara enharinada, siempre tiene la capacidad de sorprendernos. Esta vez, en la pintura, nuestro payaso no es el que vemos generalmente, no ríe, simplemente llora, camina internándose solo por un oscuro y frío túnel. A pesar de su disimulada sonrisa su interior se desagarra por un insoportable dolor. Por eso huye de la realidad y se sumerge en ese lugar donde puede descargar su insoportable dolor, donde puede desprenderse de lo que tal vez ha callado por mucho tiempo.
Todo su exterior es apariencia y falsedad, sus rizos dorados no son el brillo de su alma, ni el rojo encarnecido de sus labios, la fuerza de sus palabras, la energía con la que brotan sus carcajadas. La soledad lo embarga y lo abruma.
Lo anterior es en pocas palabras lo que despierta en mí, el dibujo. A continuación presentaré la apreciación de tres estudiantes de diferentes edades.
Al presentar este dibujo a una niña de 6 años me dijo:
-¿Qué le pasó al payaso? ¿Lo regañó su mamá?
-¿Tú que crees?, le pregunté.
- Yo creo que sí porque cuando mi mamá me regaña, yo también me encierro en el baño. A ella le da rabia, pero no me gusta que me vean llorar… mi hermano se burla de mí.
Una niña de 12 años, quien perdió a su madre cuando tenía 8, me dijo:
- Me produce miedo esta pintura. No sé, el color negro me…le tengo odio. Odio la oscuridad y el color negro. Y esa luz al fondo es… como si lo mejor de uno, las mejores cosas que a uno le han pasado, han quedado atrás. Y a medida que uno va creciendo…que el tiempo pasa el mundo se va volviendo peor. Todo es problema, uno no debería crecer, para no tener problemas.
Un joven de 17 años luego de observar el dibujo me dijo:
- En la vida hay que enfrentar los temores, tarde o temprano hay que hacerlo, pero… entre más pronto mejor. No podemos quedarnos toda la vida en medio de la inseguridad, porque ahí nos quedamos. Si tenemos que sufrir, se sufre, pero se sigue adelante. Para mi este personaje (payaso) no llora por dolor, llora por miedo, pero lo enfrenta y se mete al túnel para descubrir o mejor, para deshacerse de los miedos que tiene. Eso es propio de la gente con empuje, con ganas de triunfar y de ser alguien importante en la sociedad y ante el mundo.
Me gustaría continuar haciendo las anotaciones de las experiencias que tuve con este dibujo, mas el tiempo y el espacio no me lo permiten, pero sin duda alguna puedo asegurar que mediante esta actividad pude comprobar como a partir del arte, de la pintura, en este caso, se puede crear espacios potenciales, que le permiten al niño, joven o adulto expresar libremente sus ideas, sentimientos, deseos o en palabras de Deleuze, crear un lugar que está dado, pero crear allí un lugar propio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario