Un llamado a los sentidos

“UN LLAMADO A LOS SENTIDOS”







NATHALIA COLLAZOS LÓPEZ

CC. 52.964.378 de Btá

Regional Cundinamarca










Viajando por cada una de las páginas de tan maravillosa obra, como lo es el “Ensayo sobre la Ceguera” de José Saramago; me vi lentamente sumergida en una historia que no nos es indiferente a ninguno de nosotros, no por el hecho de carecer de vista de forma física; sino por que refleja las condiciones en que en la mayoría de los casos vivimos o sobrevivimos en medio de un mundo lleno de prisas e injusticias y donde prima nuestra ceguera que a diferencia de la de esta historia, la nuestra esta en nuestra mente y en nuestros corazones. Algunos la llamamos “indiferencia”.







Esta obra nos va trazando un camino que con cada capitulo nos lleva a provocarnos de su lectura y a desear saber que desenlace traerá. Es a esto a lo que se refiere Louise Rossenblatt cuando define como lectura estética a aquella que de alguna manera nos conmueve; e identifica un propósito de esta: “requiere que el lector preste más atención a los aspectos afectivos. A partir de la mezcla de sensaciones, sentimientos, imágenes e ideas; se estructura la experiencia que constituye diversas obras literarias”. Eso fue exactamente lo que experimente con la lectura pues se fueron entrecruzando un sin fin de sentimientos y sensaciones de los cuales algunos no se como describirlos pero de lo que si estoy segura es que me saco por momentos de mi realidad y me llevo a las escenas en repetidas oportunidades, obligándome a tomar un respiro para poder continuar por esa dura travesía. Esto también lo contempla Rossenblatt “Los libros literarios brindan la oportunidad de aislarse del mundo real para sentir experiencias estéticas y emocionales”.







Un motivo importante por el que quise titular a este escrito “Un llamado a los sentidos” fue por que es necesario que despertemos nuestra vista, olfato, tacto, gusto y oídos a la realidad, ya que basándome en la obra y apoyándome en fundamentos sobre la lectura estética, es en lo que hemos ido fallando como seres humanos al punto de volvernos insensibles ante el mundo y ante nosotros mismos. Muestra de esto es la situación actual del país, las dificultades que tenemos para ver las situaciones adversas de los demás y lograr ponernos en su lugar para así buscar soluciones prontas y efectivas a su situación. Esto también lo cree Rossenblatt pero a partir de la literatura ya que esta ofrece un medio para desarrollar la capacidad de ponernos en el lugar de otras, de imaginar las consecuencias humanas, de las alternativas políticas y económicas.







Seria un buen comienzo para buscar soluciones a esta insensibilidad del cuerpo y la razón, el empezar por nosotros mismos y ver nuestra labor como docentes, ya que es en las aulas donde los niños tienen su primer contacto con la literatura y si bien es cierto de estas experiencias depende en gran parte su futuro como lectores o la fobia a esta misma. Rossenblatt “es de mucha importancia que los niños reconozcan desde el inicio de la época escolar la existencia de dos maneras diferentes de leer: la estética y la eferente”. Debemos enfocar la lectura hacia los intereses propios de cada niño pues esta hará que logren tener contacto con una fructífera lectura estética que los mueva a buscar nuevas experiencias con otras obras literarias. Se debe dejar de lado ese tradicionalismo con el que llegaron a imponernos a nosotros la lectura en el colegio; como experiencia personal tengo la lectura del Popol Vuh, libro que por cierto llegue a odiar y en el afán de leerlo para elaborar un extenuante trabajo no logre entender nada pues no me lograba movilizar sentimientos o sensaciones atragantes, por supuesto por la carencia de interés para mí, esto es algo que critica Rossenblatt refiriéndose a la miopía de los profesores de literatura al privilegiar aspectos históricos, biográficos y técnicos de las obras en lugar de centrarse en lo que significa la experiencia de leerlos.







Para finalizar quiero retomar unas palabras de Michel Petit “el momento adecuado para enseñar diferentes textos a los estudiantes, suele depender de ellos mismos, al expresar por medio de dibujos o preguntas sus inquietudes, miedos, deseos”. Esta es una base fundamental a tener en cuenta a la hora de indagar por los intereses de ellos y es buscar en su propio entorno natural sin generar presión o condicionamientos a sus gustos. Dejemos que nuestros niños se dejen afectar por las lecturas y que sea su creatividad e imaginación las que le den el toque que necesitan nuestras obras para ser terminadas y consagradas a ser recordadas de por vida en miles de personitas que llegaran a evocarlas en el transcurso de sus vidas por que estas mismas marcaron un hito en su andar.