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¿SON NUESTROS CUERPOS REPRIMIDOS DE UNA EPOCA?

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FORMA DESEADA, DESEAMOS Y SOMOS CUERPOS DESEANTES?

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miércoles, 3 de septiembre de 2008

ANALISIS CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA; Por Luis Carlos Avendaño López, Ibagué - Tolima.

ANALISIS CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA; Por Luis Carlos Avendaño López, Ibagué - Tolima.


En el módulo de estética (PUJ, Fdo. González Santos y Carmen J. C. Torres, 2003 pág. 43) se define ésta como “doctrina del conocimiento sensible”, y es la susodicha sensibilidad la que le conmueve a uno tras la lectura de CRONICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA, de Gabriel García Márquez. Como sucede en otras obras de Gabo, los sentimientos juegan un papel preponderante, pero esta vez desde la muerte y no del romanticismo. Volver a leer esta obra tras tantos años de haberlo hecho por primera vez, me lleva a retomar aspectos que ya había olvidado. La historia del asesinato de Angela, hermana de los muchachos Vicario parece ser el reflejo de una situación que se presenta a diario en un país como el nuestro, en ciudades como Ibagué donde, a partir de este año por ejemplo, se dio paso a la abierta prensa amarillista y hechos similares se promulgan casi que a diario. Quisiera uno que hubiese tenido otro fin la crónica y comienza uno a repensar en un posible final en nuestros días del clásico e inmediatamente me imagino la imagen de Santiago Nasar (el violador de Angela) en una cárcel de máxima seguridad en la que un grupo de prisioneros, pagados por los hermanos Vicario, realizan toda serie de castigos al Señor Nasar por tan espantoso delito. A lo mejor, tendría una rebaja de penas por buena conducta o estudio, en fin, el realismo mágico de García Márquez se quedó corto ante lo que se ve hoy en día en el país. La obra de García Márquez lo va atrapando a uno por ser un tema vigente quien sabe hasta por cuantos años más. La violencia es “tan actual” que, en estos momentos en Ibagué, cada 5 o 6 cuadras se anuncia la exposición La Violencia (ya la visité) de Fernando Botero. ¿apología de la misma?. Esta historia del Premio Nobel de Literatura le sirve a uno para practicar la “concentración” por esa especie de saltos en el tiempo que da la narración. Se ven sentimientos de todo tipo en la obra, venganza, revancha, odio, chismes en una historia que le evoca a una esos hechos donde todo el mundo sabe que a Julano de tal le están poniendo los cachos menos el afectado. Cosa igual pasa por la muerte del presunto personaje principal de una obra, donde se aprecia un singular concepto de amor, si así se le puede llamar a este sentimiento que es una “…noción indefinible, categoría exigua para calibrar las relaciones complejas entre hombres como mujeres”.1

1 LOS VIA CRUCIS DEL AMOR. Eduardo Escobar. EL TIEMPO. Agosto 15 de 2006.

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