LA PIANISTA - MICHAEL HANEKE

TALLER LITERARIO
CUARTO SEMESTRE
ESCUELA NORMAL SUPERIOR MARIA MONTESSORI
MÓNICA CASTRO


La pianista es un mundo definido, un mundo artístico que se mueve entre dos dualidades: la del cine y la literatura, estas dos concebidas como arte, un arte tan importante como el argumento que nos presenta el guionista Michael Haneke; basado en la novela de Elfriede Jelinek, ciertamente este film hace parte de la emoción del espectador desde que uno accede a verlo, es un hibrido que permea los estados del sentimiento, que vincula tanto la forma visual como la literatura propiamente dicha.
Esta es la historia de una mujer que tras sus cuarenta años aun vive con su madre, una mujer voluntariosa y de gestos duros, una pianista que ha alcanzado la fama pero cuya recompensa no la ha encontrado en ningún escenario, Erika una mujer que parece de piedra, es guiada por su cerebro mas que por sus sentimientos, es una mujer con fijaciones sexuales bastante características y que difieren de comportamientos normales, las visitas a las sex-shops y la característica carta que ha escrito, dejan entrever sus fijaciones y lo que por la mente de esta mujer ha pasado.
Otro de sus protagonistas Walter Klemmer es un joven hombre quien trata de acercarse a ella, de quien solo recibe malas voluntades en un inicio, el desencadenamiento de esta pianista y este aprendiz solo dejan entrever una relación difícil, en la cual la pianista es el reflejo de un desequilibrio mental, y de una sexualidad difusa y acorralada por improperios que se alejan de lo que alguien puede desear para si, una mujer llena de obstáculos en la cotidianidad, se ha alejado de la sociedad y se ha convertido en una mujer masoquista con sus deseos, aunque el desenlace es trágico puede pasar como inadvertido cuando uno se remonta a escenas pasadas.
Este film es bastante extremo y permite determinar como los estamentos sociales y los intersicologicos transforman un cuerpo y los deseos de quien lo habita, pues tarde o temprano la miseria del pensamiento es develado y traslucido a través del hedor constante en el que se sumerge la protagonista.