Maria Libia Guatico ensayo sobre la ceguera

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
ESTETICA Y LENGUAJE
PROFESOR: FREDDY GONZALES
ESTUDIANTE: MARIA LIBIA GUATICO
C.C. 26296678
REGIONAL VALLE
AFECCIONES QUE ME PROVOCO LA LECTURA DE SARAMAGO
“Una persona empieza a ceder en la pequeñas cosas y acaba por perder todo el sentido de la vida”.
¡Me había pegado mi esposo!
Ahora comprendía al menos eso parecía, que todo lo comprendía, por que las mujeres se quedan calladas. La escena recién vivida me parecía un sueño incongruente y despiadado, ahí habían sentimientos despiadados sin desahogo ocasionado por una presión interna que tarde o temprano me haría explotar, tal vez en palabras hirientes, escapes inaceptables, incluso en extremos como el levantarle la mano a la pareja, pero sabía que yo había iniciado y había sobrepasado el límite cuando le hable y el no me contesto… la ira me cegó, quizás igual o peor que las personas recluidas en ese horrible lugar que se desconectaron de la mundo… algo parecido creo que me ocurrió, se me cerro el mundo algunos minutos, cuando me mando a callar y me dijo eres una reverenda estúpida… y le conteste voz sos un puerco cobarde ¡nunca has madurado! Tenia deseos de tirármele y matarlo pero él se me adelanto y trac, el golpe en la cara.
La relación había cedido demasiado y no para bien, se había deteriorado la comunicación, la falta de respeto y cero que el amor también, habíamos aprendido a sobrevivir en aquel infierno cada cual como un ave de rapiña se defendía como podía…
2 “Se pasaban el día encogidos, aguantando como podían hasta de noche, pues se suponía que sería por la noche cuando en la salas habría más gente durmiendo, entonces iban allá agarrándose la barriga o apretándose las piernas, en busca de tres palmos de suelo limpio, si los había en el inmenso tapiz de excrementos mil veces pisados”.
La situación y actitud de ambos no podía ser peor, yo había decidido irme de la casa, aunque el me prometía que no volverá a pasar.
3” y tú, como quieres que siga mirando estas miserias, tenerlas permanente ante los ojos y no mover un dedo para ayudar”.


Sabía que debía ayudarme a si misma y que no podía dejar que esa situación, siga pasando, asi que me fui de la casa.
4 “Fue esa su decisión cuando lo único que se quiere es sobrevivir el orgullo y la dignidad pasa a otro plano”.
Para la casa de mis padres… a pesar de los comentarios de los vecinos las criticas de mis hermanos al fin de cuenta creo que todos estaban tan ciegos como él o YO ya de nada servía mostrar algún tipo de respeto por el o acceder a sus peticiones.
5 “Déjate de ejercer tu autoridad, aquí no sirve de nada, estas tan ciego como yo, en tu mano esta no ser incidente a partir de que ahora no comas, esta fue la respuesta de la persona que se había mostrado dócil y respetuosa frente al marido”.
El ya no era nada de lo que había significado para mí, la esposa abnegada que veía por los ojos del había muerto… y necesitaba volver a vivir en el mundo que encontramos.
6 “ciegos que ven, ciegos que viendo no ven”.

Ensayo sobre la Cegará, José Saramago, 1995, pág. 136; 2 pág. 108; 3 pág. 109


4Ensayo sobre la Ceguera, José Saramago pág. 136; 5 Pág. 146; 6 Pág. 256