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¿SON NUESTROS CUERPOS REPRIMIDOS DE UNA EPOCA?

¿SON NUESTROS CUERPOS REPRIMIDOS DE UNA EPOCA?

FORMA DESEADA, DESEAMOS Y SOMOS CUERPOS DESEANTES?

FORMA DESEADA, DESEAMOS Y SOMOS CUERPOS DESEANTES?

miércoles, 1 de octubre de 2008

JEIMMY ANDREA GÓMEZ DÍAZ

REFLEXION SOBRE LA CEGUERA

Soy este ojo. Soy este ojo marcado por las raíces de una cólera acumulada, vieja, olvidada, siempre actual.
Carlos Fuentes.

Y cuando me di cuenta, sentí pena de ellos, ¿de ellos?; de los ciegos, de todos los ciegos en general, de aquellos que no pueden ver la belleza de la naturaleza, que no pueden ver un cuerpo desnudo porque simplemente están aislados atrapados en un mundo que los imposibilita, que los limita; siento pena (entiéndase por pena, no un estado de lástima, menos de vergüenza, más bien un estado de impotencia de mi parte) porque me vendé los ojos para estar “ciega” solo por unos minutos de modo que busque una pañoleta oscura que guardaba en el cajón de la mesa de noche ubicada al lado izquierdo de mi cama, y la puse en mis ojos pretendí como ellos ser ciega caminar por ahí sin tropezar, con miedo de caerme o pegarme un fuerte golpe por andar de traviesa, buscando lo que no se me había perdido, con los ojos vendados pero más abiertos que de costumbre, sentí angustia, respire profundo y arranque la venda de mis ojos y sentí alivio al ver que estaba de día.
Sin embargo la sentencia estaba dada y el dolor y la aflicción se apoderaron de mí al ver que la ceguera no era un castigo, era una condición humana y que yo hacía parte de esta situación, recuerdo aquel día en que pasé por el lado de aquella mujer, estaba sentada en el piso con tres hijos pequeños pidiendo limosna porque tenía hambre, yo solo pasé por su lado la miré de reojo y pensé ¡no es conmigo!.... pero ahora solo estoy pensando en tres palabras que rodean mi mente: hambre, ceguera, indiferencia. Aquella mujer pedía porque tenía hambre, el ciego asume su condición y trata de seguir su vida, sin tropezarse, los indiferentes asumimos posturas que no se pueden definir, pues vemos cuando nos conviene y cuando no ¿estamos ciegos?..........
Pero hay que tener en cuenta que hay varios tipos de ceguera, la más extraña fue hace un tiempo atrás, esta no era una ceguera normal, cuentan que era diferente porque los que la padecían decían percibir un color blanco “lechoso” en sus ojos pues se trató de una epidemia, que se contagiaba solo con el contacto de la persona que la padeciera; de modo que llegó el asunto a tan grave extremo, que la alerta se hizo evidente y se tomaron represalias con los infectados, aislándolos totalmente para que la ceguera no se siguiera esparciendo por todo el lugar, pero ahí estaba ella una mujer que sin estar ciega se hacía pasar como tal para estar al lado de su marido, aun en el exilio.
Y pensé yo también haría lo mismo por él, aquel que se apoderó de mi corazón pues, cuando hablamos de amor también allí hay algo de extravío se pierde la cordura, y la ceguera se agudiza al inventarnos en nuestra mente una película de finales felices, o un amor “perfecto”; mejor dicho, un amor perfectamente idealizado, pues es la alucinación que produce la soledad, el miedo a estar solos, es por eso que los prejuicios morales de la sociedad moderna se establecen en la terquedad del ser humano en la ceguera de cada cual, pues la verdad es algo refutable e irrefutable, algo de lo que nadie tiene la certeza y sin embargo todos luchamos por encontrar, a costa de lo que sea, algunas veces hasta de nuestra propia vida; pero…¿Qué es la verdad?, acaso amar, acaso vivir…..acaso morir.
Es por esto que algunas veces preferimos estar ciegos, o hacernos los ciegos, porque la verdad aun sin conocerla duele ¿es entonces la ceguera un estado mental? , yo solo sé que la ceguera pretende muchas situaciones y creo que son más las cegueras forjadas por la terquedad, que las biológicas.
La exasperación del ser es el reflejo su impotencia, así como la ceguera puede ser el “refugio” para escapar al punzante acoso de la sociedad, que cada vez exige más futilidad; para curiosidad de muchos una sociedad corroída por la ambición del ser humano, por la necedad de no valorar lo que se posee.

1 comentario:

Fredy Oswaldo Gonzalez dijo...

HOLA JEYMMY:
SOY MAGDA ESPERANZA ROJAS,
CREO QUE TIENES UNA FAN EN MI!!! YA HABIA COMENTADO TUS FOTOS DE CUERPO QUE ME GUSTARON MUCHISIMO!!!

ME ENCANTA COMO ESCRIBES Y ME SIENTO IDENTIFICADA; ESA EXPERIENCIA QUE TUVISTE ES A LA QUE ME REFIERO EN MI ESCRITO CUANDO DIGO QUE LA LITERATURA TIENE ESA CAPACIDAD DE MOVILIZARNOS, TANTO FISICA COMO ESPIRITUALMENTE, Y NOS TRANSPORTA A ESE MUNDO DONDE NO NOS QUEDA MAS REMEDIO QUE BUSCARNOS, RECONOCERNOS Y CONFROTARNOS.
ESTAS EXPERIENCIAS SON LAS QUE SE DEBEN LLEVAR AL AULA, ES ALLI DONDE LOS ESTUDIANTES NOS NECESITAN, PARA QUE SE LE ACOMPAÑE Y SE LES ORIENTE!!!