Katherine Osorio Mora

CRONICA DE UNA MUERTE AUNCIADA
REFLEXION DESDE MI PUNTO DE VISTA Y DESDE NUESTRA REALIDAD
Cada ser humano desde el mismo momento que es concebido tiene el derecho a la vida, como cada ser vivo debe tener un proceso natural nace, crece se reproduce y muere, no entiendo por que la ignorancia de las persona conlleva a la idea de que tenemos la autoridad moral para decidir en que momento acabar con la vida de alguien empuñando un arma o simplemente callando aquella cruel realidad, todos durante nuestro proceso de vida tuvimos nuestro primer contacto con nuestra madre, la primera caricia, nuestra alimentación pues la fuente principal de alimentación es el seno materno ese contacto con una piel tibiecita suave y con agradable aroma, para que más adelante por ignorancia miedo y fidelidad a algunos personajes el contacto que volvamos a tener con alguien sea frio pero no cualquier frio un frio penetrante que causa un escalofrió por todo tu torrente sanguíneo y cuerpo.
Esta historia nos hace recordar momentos vividos durante cualquier época de la vida, por ejemplo cuando Bayardo San Román a primera vista gusto de Ángela Vicario, esto suele pasar a menudo un gusto a primera vista por alguien que nos impacto por su apariencia física, olor, forma de vestir o por alguna otra cosa, que poco a poco comienzan a causar y a sembrar una imagen y una idea de lo que queremos obtener, pero al conllevar una relación con esa persona que genero tal impacto en nosotros y conocer aspectos de su vida que nunca creíamos que ya hubieran ocurrido derrumban aquella imagen creada como cuando uno realiza una figura con fichas de domino y una de ella no tiene la suficiente estabilidad y destruye aquella bella figura e imagen ya creada.
En realidad el tratar de conocer completamente a una persona no se puede lograr ya que muchas veces la vida no nos alcanza ni para conocernos a nosotros mismos por eso nos aterra tanto el descubrir secretos e intimidades de otros pues nunca pensamos en nosotros mismos como tal, sino en el que ira a decir la sociedad general sobre mi familia mis amigos y eso afecta obviamente mi imagen personal ante los demás. Creo que para poder conocer y juzgar a los demás debemos partir de la pregunta ¿Quién soy? Para así poderme preguntar después ¿puedo y tengo el derecho para deshacer la vida de alguien más? Deshacer la vida como cuando tomamos en la mano un poco de espuma de jabón y soplamos tan fuerte que todo esa espuma desaparece sin dejar huella o rastro alguno.