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¿SON NUESTROS CUERPOS REPRIMIDOS DE UNA EPOCA?

¿SON NUESTROS CUERPOS REPRIMIDOS DE UNA EPOCA?

FORMA DESEADA, DESEAMOS Y SOMOS CUERPOS DESEANTES?

FORMA DESEADA, DESEAMOS Y SOMOS CUERPOS DESEANTES?

miércoles, 25 de marzo de 2009

VIVENCIA ESTETICA DEL ENSAYO SOBRE LA CEGUERA

Todos los seres humanos estamos llamados a habitar un espacio compartido en “supuesta” igualdad de derechos, todos llegamos a este mundo de igual manera, crecemos y desarrollamos nuestras habilidades de maneras muy similares, conformamos estructuras sociales a las cuales nos habituamos y vivimos en supuesta apacible conformidad, sin ningún problema, pero no nos damos cuenta que se cometen una serie de injusticias que quedan ocultas en una reglas, normas o afán de vivir lo mejor posible, esta novela, ENSAYO SOBRE LA CEGUERA hace un fuerte acercamiento a la naturaleza humana, sin velar la realidad a la que estamos enlazados, muestra cuan indefenso podemos ser con la falta de uno de nuestros sentidos; como en el caso en el que el primer ciego tiro al suelo un jarrón de flores, con el cual no contaba en su titubeante avance por la casa, recien habia perdido la vista: “quiso recoger las flores pero no pensó en los vidrios rotos, una lasca larga, finísima, se le clavo en el dedo, y él volvió a gemir de dolor, de abandono, como un chiquillo.” (pag13).

Muestra también lo despectivos e insensibles que podemos ser al referirnos a los demás, sin llegar a comprender que herimos o lastimamos con solo un par de palabras como se observa en la pagina 42 donde el médico dice:- ayer examine a un niño con estrabismo, eras tú, - si señor, “la respuesta del niño salio con un tono de despecho, como si no le gustase que mencionara su defecto físico”.

La novela hace evidente que el miedo puede acabar con toda noción de respeto, por el derecho a la vida, y la defensa de los derechos humanos, pues los ciegos al ser encerrados en el manicomio fueron tratados con total desprecio y a la vez miedo, como se observa en el caso en el que el soldado le dispara al ladrón del coche al asomarse a pedir ayuda o medicamentos ya que estaba quemando en fiebre, o cuando los ciegos salen por los alimentos y los soldados se asustan por tenerlos tan cerca y por miedo al contagio les disparan y matan a cerca de 10 recluidos.”Los dos soldados de escolta, que esperaban en el descansillo, reaccionaron ejemplarmente ante el peligro, Solo DIOS sabe sobre el miedo legítimo que sentían, avanzaron hasta el umbral de la puerta y vaciaron sus cargadores. Empezaron a caer los ciegos uno sobre el otro (Pág. 71). Que indolentes, acaso no estan ciegos, desarmados e indefensos? además muertos del hambre ya que las raciones no eran suficientes, como el miedo puede ser mayor al sentido humanitario!.

Lo inútil e impotente que puede llegar a sentirse el ser humano ante una situación nueva y desequilibrante como en el caso del médico que no puede ayudar a los habitantes de la sala y que en su posición de profesional no podía atender al enfermo de la sala,”a un médico no le bastan las manos, un médico cura con medicinas, fármacos, compuestos químicos, ni siquiera tenia los ojos para percibir la palidez de un rostro, para observar un rubor en la cicatrización o la coloración de mucosas y pigmentos (Pág. 60). El tener el conocimiento, el tener la capacidad y no poder utilizarla, esa impotencia desmotiva y derrumba la esperanza humana como ocurrió con el médico.

Esta excelente obra, nos muestra crudamente una visión del ser humano en su máxima expresión de degradación; no muy lejana por cierto de lo que a veces logramos ser, cegados por la ambición, el egoísmo, la envidia, la cobardía, entre otros incontables sentimientos, que nos alejan de ser personas y nos convierte en animales que simplemente actúan por instinto; como lo vemos en la parte en que el autor muestra la división de las salas por la necesidad de alimento, cuando en primera pretensión los hombres que acaparan la comida cobran a los demás ciegos, teniendo presente que todos encerrados allí no tienen posibilidad de ingreso económico y algunos llegaron tan solo con lo que tenían puesto, es tal la degradación, primitiva y absurda tras la petición de estos hombres al solicitar el pago con mujeres, las cuales fueron ultrajadas y humilladas por un plato de comida.”Los malvados volvieron a aparecer, venían a exigir el tributo de las mujeres de la segunda sala, pero se detuvieron un momento en la puerta de la primera para preguntar si estas mujeres estaban ya reestablecidas de los asaltos eróticos de la noche anterior (Pág. 148). Es decadente el pensamiento humano y atenta contra la racionalidad cuando en él cabe la posibilidad de maltrato y humillación de los demas.

Hoy por hoy gobierna entre nosotros la intolerancia, guerras absurdas que nadie entiende y de la que son victimas cientos de personas, donde se matan unos a otros sin siquiera conocer sus rostros y mucho menos sin entender por qué; de donde sale esa irracional actitud de violencia y perdida del respeto que nos lleva a actuar como depredadores?, razón tiene el autor al escribir: “por haber perdido la luz de los ojos, perder el faro del respeto”(Pág. 133), pues en la vida diaria se nota que la humanidad ha perdido la luz de la esperanza y por tanto el faro del respeto, pilar de la vida en sociedad.

Es extraño y preocupante ver como en un momento de desespero, un ser humano educado, pensante, racional puede llegar a tomar la determinación de matar; el pensarlo, calcularlo y realizarlo, este es de los mas bajos instintos de sobrevivencia del ser humano, que encuentra la solución a una situación llegando a estos extremos, pero no culpo a la mujer del médico, sino al animal que la llevo a tomar esta determinación, “la mano levanto lentamente las tijeras, las hojas un poco separadas para entrar como puñales”(Pág. 150). Hasta donde puede llegar la responsabilidad de poder ver?

Como la frialdad, la insensibilidad, por el ser que se encuentra al lado, el desinterés por conocer su nombre o establecer una relación de apoyo, o mejor, será la desconfianza que se siente por todo y por todos que lleva a ese estado de falta de solidaridad, la falta de unión para el bien, buscar soluciones de provecho común, el egoísmo, la envidia, son patrones del comportamiento humano que lamentablemente afloran en momentos de desespero, es allí donde el instinto de sobrevivencia es ancestral , su brutalidad al ejercerlo es animal. En esos momentos…..¡en donde queda la ética de la solidaridad!, el titulo de ser humano racional y ser mas “inteligente”, en esta obra solo queda demostrado que no somos mas que un grupo de seres vivos pertenecientes al reino animal.

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